Ara ja em reconec

En algún lugar de España nació una niña que no fue muy feliz ni en su infancia ni en su vida y sentía que nadie la quería.

Padre, madre y familia tenía, pero siempre solita se sentía. La llamaban tonta y fea le decían y le recordaban que su llegada al mundo a nadie le gustaría.

De los problemas de casa, la culpa ella siempre tendría, demasiado pequeña para dar su opinión, demasiado grande para necesitar amor. Poco a poco, palo a palo, la niña se hizo mayor. (...)

Usuària del Servei d'Acollida Residencial d'Urgències

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