Buenos días Mireia, gracias por todo, de corazón. Os habéis protado conmigo que ni mi familia. Perdonarme por todos mis arrebatos, en si … no era yo. Aún a persar de todo habéis estado ahí, os dejo con mucha pena, pues había hecho ya con vosotras mi familia: tu, Angélica, Meritxell,…
Me duele tener que irme, esperando que sea para bien. Os voy a echar mucho de menos, pues me habéis ayudado muchísimo en todas mis penumbras.
No os voy a olvidar, os quiero muchísimo y estoy muy muy agradecida por todo, de corazón. Gracias.
Usuaria del Servei d’Acollida d’Urgència